jueves, 31 de diciembre de 2009

Impresión en flexo | Crónica de una bolsa anunciada

El pasado 19 de agosto de 2009 entró en vigor en el distrito Federal una ley sobre manejo de residuos sólidos que entre otras cosas prohibe a los establecimientos comerciales de autoservicio otorgar a título gratuito bolsas de plástico no biodegradables, las que se utilizan para empacar los víveres que se compran y llevarlos a la casa.

Al entrar en vigor esta Ley, varios aspectos relacionados a nuestra profesión aparecen a la escena y surgen varios cuestionamientos que apartir del funcionamiento nos brinda la posibilidad de generar u ofrecer algunas soluciones a la situación que se avecina. Primero contextualicemos: Desde hace mucho tiempo en nuestro país las tiendas de autoservicio regalan bolsas de plástico vía los empacadores (llamados cerillos en México) en las cuales se transportan los productos adquiridos. Estas bolsas son en su mayoría fabricadas con materiales derivados de polímeros que no son biodegradables y que según estudios se estima tardarán cerca de 100 años en degradarse por lo que la acumulación de este material en tiraderos y bajo las circunstancias en que ocurre particularmente en nuestro país, afecta considerablemente al medio ambiente y genera una contaminación irreversible.

Encontrar una solución al problema de la contaminación es una medida urgente que debe de implementarse lo más pronto posible. Ante esta urgencia aparentemente el gobierno del Distrito Federal, capital de la República Mexicana, publicó el día 18 de agosto de 2009 una nueva Ley que prohíbe a las tiendas de autoservicio regalar las bolsas para que –en palabras de la secretaria de medio ambiente del DF- no se haga un uso indiscriminado de las mismas y se cuide el medio ambiente. Esta medida implica que las bolsas de plástico se pueden seguir utilizando, pero ahora se tendrá que pagar por ellas, para que el usuario al desembolsar determinada cantidad por ellas, no haga uso indiscriminado del material no biodegradable.

En primer lugar nunca se estableció el precio de las bolsas, lo que queda a criterio de las cadenas de tiendas de autoservicio. En segundo lugar la Ley que entra en vigor al otro día de su publicación, según se establece en México, tampoco indica qué es considerado como uso indiscriminado de las bolsas, pues transportar los productos adquiridos en una tienda y después reutilizar las bolsas para empacar la basura del hogar (por ejemplo) y posteriormente –en mucho menor escala por supuesto- las bolsas de plástico se reciclaran, al parecer implica usar de manera indiscriminada el material NO biodegradable.

Ante las llamadas de atención desde hace ya algunos años sobre el uso desmedido (es decir que se utilizan para todo) de bolsas fabricadas con polímeros que son NO biodegradables por parte de algunas agrupaciones ambientalistas como GreenPeace algunas cadenas desde hace cierto tiempo ofrecen en las mismas tiendas bolsas fabricadas con materiales biodegradables como fibras naturales derivadas por ejemplo del henequén que son reutilizables y sustituían a las de plástico disminuyendo el uso de las mismas. Estas bolsas se venden en la tienda de autoservicio y se invitaba a la gente a tomar conciencia de la situación y que de manera voluntaria dejara de utilizar las dichosas bolsas de plástico y llevaran en cada visita al “super” su bolsa “ecológica” de materiales degradables. Sin embargo la producción de las bolsas de plástico seguía llevándose a cabo y aunque cada vez es más la gente que decide emplear bolsas degradables, el gobierno del Distrito Federal decidió que el uso de las bolsas es indiscriminado e implementó esta medida.

Aún no se establece un reglamento para que la nueva Ley entre en operación y sin embargo ya algunas cadenas de autoservicios están implementando el uso de bolsa también de plástico peor fabricadas con materiales biodegradables y con ello poder regalarlas a los clientes.

El asunto que se asoma interesante es que con esto, surgen oportunidades importantes para el diseñador que conozca de procesos de impresión flexográfica pues hay una veta de explotación en el diseño de gráficos aplicados a las bolsas como nunca se había presentado en México.

A mencionar que el diseño gráfico aplicado a las bolsas en nuestro país deja mucho que desear, principalmente por la idea de que como la impresión se realiza en flexografía y es de “mala calidad” los resultados -no hay que buscar mucho- son de pésima factura.

Y basta con ver que sólo tenemos de dos sopas: una, las bolsas de plástico (biodegradables o no) sólo cuentan con una impresión a una o máximo dos tintas con el logo de la tienda y alguna otra leyenda -que seamos francos, nadie lee ni leerá nunca, por lo que no habrá que esmerarse mucho en ello- pero que no presentan el menor rastro de diseño en ellas. Y dos, las bolsas “ecológicas” que al parecer serán las que dominarán el mercado sólo las encontramos por ahora en colores verdes y con motivos (más no diseño) de florituras y formas orgánicas para “resaltar” el sentido ecológico del artefacto e impresas en serigrafía... Nada más equivocado y alejado de la realidad del diseño y de sus posibilidades y de su realidad ecológica.

Además de mencionar que paradójicamente, las bolsas de polímero no biodegradables son reciclables al contrario de las bolsas de polímero biodegradables y las de fibras de henequén -sí, esas verdes con flores- que no lo son y generan un daño mayor a mediano o largo plazo.

La oportunidad de negocio y de trabajo es enorme, puesto que si un diseñador conoce las ventajas de la impresión en flexografía, podría sacar ventaja de ello. La flexografía es económica, sus tintas no dejan residuos tóxicos y su base agua permite que se emplee en contacto con envases y empaques de alimentos y bebidas y que su huella no sea tan contaminante como la de los otros sistemas de impresión. De hecho es mucho menor que la de la serigrafía que se emplea en la impresión de las bolsas “verdes” con motivos orgánicos que supuestamente son las “ecológicas”.

Aprovechando estas ventajas, se puede generar un buen diseño, que realmente promueva una cultura de reducción de huella ecológica sobre bolsas de polímero reciclables con impresión flexográfica (como siempre se han impreso) pero sacando ventaja del sistema para ofrecer una buena presentación de la bolsa y darle un valor agregado al servicio al mismo costo en que se maneja ahora, y sin caer en lo ya muy trillado de emplear motivos orgánicos sobre fondo verde para parecer que se está haciendo un diseño sustentable cuando en realidad no lo es.

Otra opción que no se ha manejado es la de regresar al uso de bolsas fabricadas con fibras naturales de papel reciclado, como las de papel kraft o estrasa que también son resistentes, también son reutilizables, también se pueden imprimir en flexografía y también son muy económicas, pero en desventaja, debo decir que no son tan durables, su proceso de reciclado es mucho más costoso y no son tan fáciles de transportar como las de polímero.

O de plano, regresaremos a las bolsas de mandado de hilos de colores y asas de plástico reforzado que son reutilizables y se ven rebonitas del brazo de la doñita...

Ya veremos que solución encuentran por un lado las grandes cadenas junto con sus proveedores de diseño, y por el otro lado la Secretaría del Medio Ambiente del Distrito Federal que debe de implementar un reglamento con un muy buen planteamiento para el cumplimiento de esta nueva Ley.

jueves, 19 de marzo de 2009

Un pequeño vistazo a la flexografía

De los sistemas de impresión en alto relieve, uno de los que más desarrollo ha tenido en los últimos años debido principalmente a los adelantos tecnológicos que se han suscitado, ha sido la flexografía, sistema de impresión que durante años fue considerado de muy mala calidad, poco desarrollo y destinado a producciones de poca envergadura y que no requerían mucho cuidado en su proceso. Esto debido a que el sistema carece de ciertas cosas que no permiten resultados de excelente calidad. Sin embargo con la aparición de la computadora y de los procesos que derivados de ella se emplean en artes gráficas, se ha podido aprovechar justamente esas deficiencias y compensarlas en el momento de la preprensa para poder obtener resultados impresos de alta calidad.

Durante mucho tiempo la flexografía se empleaba unicamente para la impresión sobre superficies planas de hojas de cartón corrugado destinadas a convertirse en cajas impresas a una tinta o bien para las bolsas de los supermercados máximo a dos tintas y sin asegurar que el registro de impresión fuera perfecto. Debido al uso de los soportes de impresión la calidad no era lo más importante. En algunas otras aplicaciones se empleaba para la impresión de marginales en formas contínuas que previamente estaban impresas en offset, o bien en algunos tipos de etiquetas que no necesitaban gran calidad o eran de formato pequeño.

Las razones de estos usos y del desprecio por el sistema consisten en las características propias del sistema: la flexografía es un sistema de impresión por métodos rotativos que requieren en la mayoría de las ocasiones alimentación del sustrato por bobinas, lo que hace que la velocidad de impresión sea considerada de media a alta. Además la impresión de alto relieve se logra por medio de una matriz realizada en un polímero felxible que se adapta a los rodillos pero que causan una ligera deformación de la matriz y que en conjunto con el punto anterior no permitan una presión constante ni uniforme sobre el sustrato. Si a estos dos aspectos agregamos que debido al tipo de sustratos sobre los que imprime la flexografía como películas, polímeros, sustratos porosos, etcétera la tinta empleada debe de ser base agua y muy rebajada, los resultados son una impresión “tenue” y que no cubre perfectamente al sustrato como en otros sistemas.
A este efecto de impresión se le conoce como “rubber” por su semejanza a la impresión que deja un sello y al contacto de la matriz con el sustrato se le conoce como “beso” por la suavidad con que se tocan.

Además la velocidad a la que se imprime y la tensión que se genera en las bobinas para lograr la impresión sobre la superficie de los sustratos crea por naturaleza un bandeado, es decir un pequeño movimiento que se da en el sustrato mientras está tenso que ocasiona un vaivén a lo largo del trayecto que no permite que la impresión caiga en la misma posición de manera perfecta en cada soporte.

Con estas características, pensar en imprimir en flexografía en selección de color suena algo dificil de obtener con buenos resultados. Sin embargo cuando las computadoras hicieron su aparición en las artes gráficas y los procesos mediante se obtenían matrices se vieron afectados por los medios digitales, algunas de estas características del sistema pudieron ser previstos en la preprensa y aprovechar justamente lo que antes se consideraba un defecto para convertirlo en una ventaja. Mientras fueron avanzando los sistemas digitales, se fue mejorando la calidad de impresión y las posibilidades de obtener mejores resultados impresos ahora en casi cualquier superficie e incluso poder imprimir sobre algunos cuerpos tridimensionales como las latas de refresco.

Para aprovechar el movimiento del sustrato en el trayecto de impresión y que eso no afectara el registro en la impresión de separación o selección de color, se aprovecha la posibilidad de emplear lineaturas relativamente abiertas que permiten cierta tolerancia de fuera de registro sin que afecte la calidad y que anteriormente no se podían dar por medios fotomecánicos. A este respecto también se implementó lo que se conoce como trapping, que es un pequeño rebase en las áreas donde se conjuntan dos plastas de color, para que cuando se presente el fuera de registro, éste caiga sobre el rebase del otro y no se noten filos huecos o blancos que perjudiquen el diseño.

Al poderse crear matrices para cada color por medios digitales, los colores empleados en el diseño pueden ser tintas directas o compuestas de varias directas o combinaciones de tricromía, cuatricromía con tintas directas, lo que permite que las plastas que anteriormente se veían débiles por la presión de la matriz contra el sustrato, ahora luzcan muy bien sobre películas transparentes a pesar de que la tinta no cubra a la perfección el sustrato.

En la actualidad casi todos los empaques de productos de consumo de golosinas como pastelería y panadería, frituras, dulces, así como etiquetas, cajas, bolsas de empaques, y un sin fin de productos principalmente de la industria del empaque y el envase se imprimen en flexografía empleando tintas directas o en selección de color e incluyendo en su diseño ilustraciones y fotografías, plecas, tipografías y elementos gráficos que hace más o menos unos 15 años eran muy dificil que se pudieran obtener en este sistema.

domingo, 22 de febrero de 2009

Sistema de impresión en alto relieve

El sistema que proviene del invento de Juan Gutemberg en realidad tiene su origen en la xilografía, (xilos = madera; graphos = escritura), un método explotado principalmente en la Edad Media para la reproducción de iconos e imágenes representativas religiosas y paganas, por medio de una tabla de madera con la imagen trabajada en alto relieve. La xilografía dentro de la historia del libro, tiene la importancia de todo arte hasta cierto punto precursor. En el primer cuarto del siglo XV conocimos en Europa la xilografía como primer intento de reproducción de textos que hasta ese momento sólo podía realizarse a mano.

En algunos países europeos como Alemania y los Países Bajos, se imprimieron libros xilográficos antes y aún después de inventarse la imprenta, son notables entre ellos la “Biblia Pauperum” y el “Speculum humanae salvationis”.1

Incluso se tiene noticia de que en el siglo XI el chino Pi Sheng publicó un primer libro impreso por el procedimiento insólito entonces de letras sueltas y movibles en madera.2

Su principio se basa en tomar sus depósitos de tinta de los altos relieves para que después éstos se transfieran al papel.

Tomando éste principio para la impresión y como modelo de máquina a la prensa de vinatero, Juan Gutemberg inventa no sólo a la máquina de imprenta, sino también el tipo movible. Ambos marcaron el inicio de una industria que permitió la rápida difusión de la cultura y el conocimiento.

Gutemberg utilizó una aleación de Zn, Cu y Sn para hacer tipos movibles (metal baby) e imitó el estilo gótico, tipo de letra utilizado ampliamente por los escribas de su país.

A partir de ese momento y con una velocidad sorprendente, proliferaron las compañías que realizaban y comercializaban diversos tipos de letras para las imprentas. Los tipos de letras movibles y sus variables (linotipo, clichés, etc.) fueron utilizados desde entonces hasta aproximadamente la década de los 80 del S. XX.

La ventaja de los tipos movibles en su momento fue que permitían armar un texto para la impresión de un soporte y mantenerlo así durante el tiempo deseado, y con la posibilidad de desarmarlo cuando fuera conveniente.

El primer libro impreso por Gutemberg fue la Biblia, impresa a 42 líneas tipográficas a dos columnas en tipo gótico.

Actualmente en nuestro país el sistema de alto relieve se utiliza muy poco y cada vez es más difícil encontrar una imprenta que siga utilizando éste sistema, empleado regularmente para los folios, sociales, y algunos otros impresos de poca calidad y bajo presupuesto. Sin embargo algunas de sus variantes se emplean cada vez más y son una solución a necesidades específicas de impresión. Dichas variables incluyen a la flexografía, el hot stamping, el foil y aunque en mucho menor medida la linotipia y la galvanotipia.

Para este sistema, las matrices como se había comentado anteriormente requieren ser elaboradas a partir de procesos que pueden dividirse en dos: procesos CTF y CTP.

Como proceso CTF entendemos el que incluye la obtención de una película fotográfica negativa que servirá de paso intermedio antes de resultar en la matriz grabada. Esta película una vez obtenida, se debe de poner en contacto directo emulsión contra emulsión sobre el cuerpo de la matriz virgen y exponerse a la luz que permitirá solidificar las partes que se expusieron a la luz y las que no al no ser sólidas serán las que se grabarán en la etapa posterior.

En cambio al proceso CTP lo conocemos porque no requiere de ninguna película, ya que la matriz se obtiene directamente de la computadora a través de un dispositivo de salida que graba directamente sobre el material con rayo laser.

Ambos procesos el CTF (Computer To Film) y el CTP (Computer To Plate) conviven en el mercado actualmente aunque el CTP proveé de mayor calidad y detalles en la obtención de las matrices, lo que se verá reflejado en la calidad de la impresión.

lunes, 19 de enero de 2009

Obtención de matrices

El siguiente paso en el proceso de producción es quizás el más importante de la preprensa y para lo que en realidad existe. Se trata de las matrices de impresión. Sin una matriz no podríamos llevar a cabo la impresión en los procesos análogos. Pero lo primero será definir lo que es una matriz.

Llamamos “matriz” a una pieza de algún material que servirá de depósito de tinta para llevar a cabo la impresión en un sistema de reproducción. Existen diferentes tipos de matriz según el sistema de impresión, pero incluso dentro de un mismo sistema de impresión existen diferentes materiales para realizar y obtener una matriz.

Si recordamos el proceso de impresión en el que la obtención de la matriz es parte fundamental y de la cual surgen las etapas anteriores (realización del original, obtención de película) y las posteriores (montaje en máquina, pruebas de color, registro, impresión) nos daremos cuenta de la importancia capital que tiene la matriz, pues a partir de ella es que se necesita por ejemplo la película fotográfica para la impresión. Si no se requiriera de matriz para imprimir sobre un sustrato no necesitaríamos siquiera la película. Es decir la obtención y uso de matrices son la causa y la consecuencia de la preprensa.

Una matriz puede ser –como lo mencionaba líneas arriba- de diversos materiales, desde papel o película de polímero hasta diferentes tipos de metal, pasando por madera, poliester, nylon, plástico y citando de manera polémica las matrices virtuales de la impresión digital que no existen fisicamente, sino sólo de manera binaria. Y como ya se ha dicho la matriz debe de ser el depósito de tinta para la impresión, es decir la pieza física donde la tinta se va a colocar para que se logre imprimir sólo lo que se desea de una superficie.

Una matriz dependiendo del sistema para el que haya sido creada puede tener sus depósitos de tinta en bajo relieve (por debajo del nivel de la superficie de la matriz) o en alto relieve (por encima del nivel de la superficie de la matriz) o ser permeables (que permita o no el paso de tinta a través del material) o bien planográfica (al mismo nivel de la superficie de la matriz) de tal forma que se aprovechan de cada material algunas propiedades tanto físicas, como químicas, así como las posibilidades mecánicas tanto del sistema como del material de la matriz.

Con todo esto dicho, exploremos algunas matrices y la manera en que se obtienen:

Matrices de alto relieve:

Son las matrices que se emplean en los sistemas de impresión de alto relieve, las matrices más célebres aunque casi en desuso son los tipos móviles, sistema de impresión empleado por Gutemberg cuando se inició la imprenta como industria, aunque no fueron inventados por él ni fue la primera vez que se usaban. Pero también tenemos en alto relieve matrices derivadas de los tipos móviles, como la linotipia y la galvanotipia, el clissé de fotograbado y las matrices de flexografía.

Justamente en este sistema tenemos que las matrices se presentan en diversos materiales, ya que los tipos móviles y las matrices de linotipia y galvanotipia por ejemplo son metálicas, el clissé es de zinc y la matriz de flexografía de un tipo de polímero.

Las características principales de las matrices de alto relieve es que sobresalen de su superficie altos relieves que contienen la imagen a imprimir y ahí se deposita la tinta que al hacer presión contra el sustrato imprimen lo deseado. Lo que se va a imprimir debe de estar en espejo para que al tocar el sustrato lo leamos “al derecho”.

El principio de impresión de estas matrices consiste justamente en depositar la tinta en los altos relieves para hacer presión contra el sustrato.

Debido a estas características y al principio de impresión es importante señalar que cuando el proceso de obtención de matrices de alto relieve se hace por medios fotográficos (CTF) se debe de obtener una película negativa con la emulsión hacia arriba, pues cuando la película se coloque en la matriz para su exposición esta característica nos permitirá obtener la matriz de la manera correcta.




Ejemplo de matriz de flexografía